El Guernica

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Guernica es un famoso cuadro de Pablo Picasso, pintado en 1937, cuyo título alude el bombardeo de la villa de Guernica, ocurrido el 26 de Abril de dicho año durante la guerra civil española. Fue realizado por encargo del gobierno y expuesto en París, con el fin de atraer la atención a la causa republicana en plena guerra civil.

Su interpretación es objeto de polémica, pues parece ser un cuadro más simbólico que narrativo, pero su valor artístico está fuera de discusión. No sólo es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX, sino que se ha convertido en un auténtico "ícono contemporáneo", imagen de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos. En efecto, la energía que irradia el Guernica es tan potente que, curiosamente, al momento de decidirse el apoyo al bombardeo de Irak por parte de Estados Unidos, se mandó a tapar la copia de la obra existente en los pabellones de la ONU.

Actualmente, el original se encuentra en exposición el Museo Reina Sofía de Madrid, y al visitarlo me di cuenta del efecto que produce al observarlo en directo. El cuadro es gigante (ocupa una pared casi completa), y posee una estructura semejante a la de un tríptico. Está pintado únicamente en blanco y negro, con una amplia escala de grises, y presenta una serie de animales y objetos que guardan un significado especial dentro del conjunto. Por el tamaño y la forma en que está elaborado, y aun declarándome una completa ignorante en pintura, debo reconocer que el cuadro transmite algo realmente conmovedor.

Pero el hecho que el Guernica me haya impresionado tanto, sin dejar fuera el fuerte simbolismo que muestra, podría explicarse también en parte por la posibilidad de haberme sentido hasta leve y humildemente identificada con él a ratos. En mis facetas oscuras, a veces escondidas y a veces no tanto, supongo que yo soy un poco como ese cuadro: compleja, intensa, sensible, perfeccionista, obsesiva, maniática, a veces melancólica, de repente un poco extremista, de repente intermedia o en la gama de grises.

No estoy segura si fue asociando lo mismo desde algún punto, pero al menos ya conociéndome y sabiendo que esta pintura me gustaba, a un amigo se le ocurrió regalarme un copia del Picasso hace un tiempo. Colocado por ahora como centro de mesa, se encuentra esperando para ser colgado en mi departamento, en cualquier momento...Afírmense paredes!