lunes, 26 de octubre de 2015

Post data

Leo estos versos como si fueran de otro
que nació y murió en mí por unos meses
de eso hace ya tan poco tiempo
Pudo ser un vampiro y escribirlos con sangre
no porque haya cicatrizado la letra en el papel
ni porque aún me duelan, pero estoy agotado
Sufro, seguramente, de anemia perniciosa.

 Enrique Lihn.

Duelo virtual.

Daga tras daga, duelo tras duelo...
Mi rascacielo maquetado me empujó de la azotea. 
 Sobrevolaba la tumba y caí en picada 
Asesina virtual. 
¿No existe la pena de cárcel por eso? 
Mi prisión es mi cura.