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"And you can swallow
Or you can spit
You can throw it up
Or choke on it
And you can dream
So dream out loud
You know that your time is coming 'round
So don't let the bastards grind you down"...


Claramente en la vida hay corridas cuesta arriba y corridas cuesta abajo.

En las corridas cuesta abajo todo fluye, como flecha hacia la meta, favorecido por las mismas fuerzas de la naturaleza como la ley de la gravedad,. La velocidad alcanzada ni siquiera da mayor tiempo para pensar en uno mismo, el entorno, la velocidad o el cansancio.

Los momentos cuesta arriba son los difíciles...  La corrida es pesada, se avanza poco y lento, sobre todo cuando está el sol en la cara, y es ahí cuando se siente el peso del cuerpo, de la mente y del camino. Deshidratación, cansancio y debilidad obligan a sacar fuerzas de flaqueza cuando el ánimo merma y piensa que no va a poder seguir avanzando.

Encontrarse, de golpe y porrazo, con la propia fragilidad, reconocer las propias limitaciones, pensar que en la vida necesita sí o sí reformularse y tener que prescindir, dolorosamente, del orgullo. No puedo permitir que mujer fuerte que creía ser se desmorone; debo rearmarla. Aún cuando mujer que termine de correr esta cuesta arriba no sea la misma de antes... sino MEJOR.